Publicaciones recientes

lunes, 18 de abril de 2016

QUE NO TE CALLE EL DOLOR. .


¿Qué prefieres? ¿Lagrimas o risa? Aquí en la Mérida mexicana que habito, hay un término bastante común - y también bastante despectivo- para referirse a las personas que lloran con cierta facilidad: chechonas. De lágrima facil, emotivas, dirían algunos. Otras, quizá pensarían de ellas, que son débiles, quejosos, llorones.. Depende el corazón, será la definición.
Sea como fuere, debo decir que sí, yo soy de lágrima fácil.Y a veces me abochornan mis lágrimas, me da penita llorar cuando existe algo que leo, veo, escucho, que conmueve mi espíritu. Me digo, que es una barbaridad que no pueda controlar mi mente para decirle a mis lágrimas: stop. Mi excusa favorita es decir: Ya estoy mayor. Y sí , reconozco que hay ocasiones donde es más emoción que dolor mi llanto. Gracias a Dios por eso. 
Pero hoy, mientras hacía mi devocional en la página de Ama a Dios Grandemente (te lo recomiendo) encontré este verso de Eclesiastés 7:3       


"mas vale llorar que reír, el llanto nos hace madurar"

No estoy diciendo que el modo perfecto de vivir, sea llorar. No señor. Dios, en Su perfecta creación nos dotó de emociones, así que sentir,reír, llorar, no es  es malo. Jesucristo, el Varón Perfecto Hijo de Dios, tuvo emociones. Y aunque no lo consigna ningún Evangelio, estoy segura de que mi Señor rió y estuvo feliz. Es cierto, la risa es siempre un remedio al alma abatida, algo que todos quieren, porque generalmente implica gozo, alegría, despreocupación, paz quizá

Y el llanto no. Causa inquietud,  preocupación, pena ajena. Nadie lo quiere, porque muchas veces implica dolor, sufrimiento. Revela problemas, tribulaciones reales y físicas. Y nadie quiere sufrir. Y llorar, muchas veces es el único consuelo que existe ante lo incomprensible de la vida, ante nuestra impotencia frente a hechos que marcan como hierro candente nuestras vidas. Cuando hay mucho dolor, el llanto parece la única respuesta.
Pero el Señor Jesús me dice en sus bienaventuranzas, que son promesa y esperanza a mi vida:


"Bienaventurados los que lloran, porque recibirán consolación" Mateo 5;4

El dolor nos hace madurar. El sufrimiento nos hace voltear los ojos al Altísimo, y buscar socorro en el Dulce Nombre de Cristo. Sin Él, cualquier problema, cualquier dolor, podría ser el punto final de nuestra vida. Pero Él es consuelo. Perfecto y total.
Se que en su abrazo puedo abandonar mi causa, y dejar todo en sus manos, Sé que en Su cuidado, mi dolor no le es indiferente sino que las recoge, con amor y compasión


"Tú llevas la cuenta de todas mis angustias
    y has juntado todas mis lágrimas en tu frasco;
    has registrado cada una de ellas en tu libro." Salmo 56:8 NTV
Dios sabe que aún el dolor que permite en nuestra vida, tiene el fin excelente de hacernos más semejantes a Cristo, que padeció horrores en la cruz, y no hubo queja en su boca, porque sabía que cumplía el más grande propósito de amor en manos del Padre.
Lo mismo, hoy, querida. Si en tu vida hay más dolor del que quisieras, del que puedes y crees soportar, te animo a leer y reflexionar sobre la bienaventuranza que dejó el Señor: espera la promesa de consolación.
Y ese consuelo ya vino al mundo,
"Toda la alabanza sea para Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Dios es nuestro Padre misericordioso y la fuente de todo consuelo." 2 Corintios 1:3
El Consuelo a nuestro pecado ya vino al mundo e hizo Su obra por ti y por mi para que


Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades, podremos ofrecerles el mismo consuelo que Dios nos ha dado a nosotros. "2 Corintios 1:4

Lo que nos duele y hace llorar, no es en vano. No debería ser en vano ni causa de encerrarnos a piedra y lodo con nuestro sufrimiento. Podemos ser útiles en el dolor, podemos hacer llegar una palabra de aliento a aquella hermana, aquella amiga que anda mal y caída. Desesperada. Si Cristo es nuestro Señor y razón, entonces es nuestro deber contar, cómo Dios nos ha sostenido aún en la peor de las noticias. Cómo Su palabra ha acallado nuestra inquietud, cómo nuestra alma se ha deshecho de dolor  en Sus manos,  y cómo es que  es que Él, solo Él,  ha cambiado nuestro lamento, en danza,  y nos ha vestido de alegría y esperanza incomprensible.

Que nuestro dolor nunca calle la obra que Dios, Jesucristo ha hecho en nuestra vida. Vive, habla, consuela, para gloria del Rey.


Bendiciones!

C



No hay comentarios:

Publicar un comentario