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miércoles, 16 de marzo de 2016

HOY HOY HOY

HOY, HOY, HOY.
Cuando le preguntaron acerca de la fecha para un debate pospuesto y con cara de nunca ser realizado, Un candidato presidencial- de cuyo nombre puedo más no quiero acordarme- respondió:
Hoy, Hoy , Hoy. Y aunque la contestación fué más bien una exhibición de necedad que otra cosa, es útil,
¡Que valioso es el tiempo que Dios nos concede! Los días, minutos, semanas, años que Él dispone como la porción de vida para cada una de sus criaturas y donde estamos llamadas a responder al aliento del Creador. ¿Cómo? Honrándolo. Obedeciéndolo. Con todo, en todo y por todo. Siempre. Lo malo, es que para obedecerlo y honrarlos siempre, debemos de comenzar.. hoy.
Asistimos a una conferencia, al servicio de la iglesia, escuchamos una prédica o leemos un libro y nuestro corazón se pone como alkaseltzer.. Burbujeamos entusiasmo, proyectos, ganas y nos ponemos de acuerdo con Dios en que lo primero en todo, es Él.
Hasta que llega el momento de dejar de hablar, y hacer.
Ahí es cuando se nos aparecen los pretextos, las razones y sin razones, y el entusiasmo y fervor por Dios.. se diluye. ¿Por qué? El capitulo 3 de la carta de Hebreos advierte:
"Por eso el Espíritu Santo dice:
«Cuando oigan hoy su voz, no endurezcan el corazón como lo hicieron los israelitas cuando se rebelaron, aquel día que me pusieron a prueba en el desierto. Allí sus antepasados me tentaron y pusieron a prueba mi paciencia a pesar de haber visto mis milagros durante cuarenta años. Por eso, estuve enojado con ellos y dije:
“Su corazón siempre se aleja de mí.
Rehúsan hacer lo que les digo”. Hebreos 3: 7-11 NTV
Dios siempre nos habla. SIempre. Su Palabra, la Biblia, toca nuestros corazones y Su Espiritu, como en este verso, nos lanza constantes invitaciones a tener corazones enamorados de Él. Pero nuestra naturaleza caída nos llama a insurrección, a rebelión, a desafiar a Dios en lugar de atesorar corazones duros, de piedra, insensibles, vanos y totalmente ignorantes del Dios que tenemos.
Padre Amoroso, sin duda. Pero Justo y Santo. Lento para la ira, grande en misericordia, pero otra vez, Justo. Y si Él ha estado llamando y llamando a nuestra vida y lo que nosotros hacemos, es ignorar esa voz, estamos retando a nuestro Padre, con nuestro desdén. La palabra de Dios siempre lanza mensajes y retos que implican una respuesta.
¿Cuál es la nuestra hoy? ¿Estamos prontas a seguir a Jesús?¿A soltar los hilos, y dejar todo por Él?
"Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame." Lucas 9:23 RV1960
Cada día. Hoy, por ejemplo. Mañana, también. Y así. Vivir la vida en la generosidad de Su misericordia y en la esperanza que tenemos de ser conformados hoy, hoy, hoy al estilo de Jesús, y por la ayuda de Su Espiritu.
Hoy.SIn emocionalismos, sin arranques de desesperación o de miedo por las consecuencias que nos han sido advertidas, pero que no quisimos escuchar.
El Señor nos ayuda.No nos lanza a esta tarea titánica, sin ayuda. Oremos a Jesús para que Su santo Espiritu nos dirija.
Hoy. Escuchemos. Hoy. Obedezcamos. Hoy.Adoremos. Hoy.

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