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jueves, 29 de octubre de 2015

INDISPENSABLE









El área de frutas y verduras del supermercado fue el escenario. Ahí me ves, muy feliz de ser como la mujer de proverbios 31, que se levanta temprano y da - o en mi caso , compra- alimento para su familia.. Plátanos, cebollas, lechuga y algo más que estaba en mi lista y que mis juveniles ojos no alcanzaban a ver. Así que recurrí a mis lentes, que normalmente tengo encima de mi cabello y rocé mis orejas... vacías. 
Pocas cosas me desesperan tanto, como no tener aretes.No importa si de oro, o de fantasía, pero necesito aretes. No tenerlos me hace sentir como si estuviera sin ropa, como si no tuviera identidad de mujer,y andar por la casa sin ellos, o pero aún, salir de casa desaretata (¿existe la palabra?) se convierte en un error capital.. y claro, me topé con medio mundo en el súper, y yo con mis orejas desvestidas y un tanto incómoda y avergonzada.
Así que apuré la compra y subí a mi coche en donde recordaba haber dejado un par de aretillos. Y mientras me los ponía, pensé en dos asuntos:
PRIMERO:. Con pena te digo, que a veces mi necesidad por Cristo no es así: imperiosa, apabullante. Mi corazón orgulloso a veces no busca Su palabra, Su presencia y puedo andarme por el día con bastante autosuficiencia. A mi no se me olvida ponerme aretes apenas despierto, pero sí puedo no tomar tiempo para buscarle. Pero Su gracia todo lo puede y Su Espiritu Santo cumple su función de mostrar mi pecado y me anima a buscar que El sea lo primero en mi vida.
"Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía." Salmo 42:5
No puedo andar por la vida sin vestirme de El. Ante el mundo lleno de tentaciones, de pruebas y de harta lucha espiritual, estoy desnuda e indefensa ante los ataques del enemigo. Pero si Cristo es es primero en mí orden de vida, entonces la cosa cambia : ..
" vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne" . Romanos 13:14
Efesios 6:11:" vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo."
Mi identidad no me da la dan unos aretes, o un esposo, o unos hijos, Menos una casa, un coche, unos estudios o quiénes son mis amigas. Como hija redimida, debería renunciar a que algo o alguien defina mi vida, mi estado de ánimo, mi futuro y quién soy. Mi identidad está en Cristo, en estar con El, en permanecer en El, para entonces:
"Ser hallado en El, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; " Filipenses 3:9
Nuestra casa es el primer ministerio. Es ahí donde primero que ningún otro lugar, el Señor tiene que ser presencia evidente. Es ahí donde necesitamos con urgencia Su visión, Su amor, Su justicia, Su capacidad de servir desinteresadamente. Es en la casa donde dar evidencia de vida cristiana, es imperioso. ¿Por qué? Para ser congruentes, para no ser hipócritas, tibios, o tropiezo a nuestros mas amados:
"Manda también estas cosas, para que sean irreprensibles;
porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo." 1 Timoteo 6:8
SEGUNDO: En la cultura hebrea, la esclavitud era tolerada como medio en que las personas podían pagar deudas. El varón y su familia se vendían a un amo para trabajar a cuenta de que su deudas fueran saldadas.. Se volvían esclavos " voluntarios" por un tiempo ya establecido. Pero si llegado el tiempo de liberación, el amo había sido bueno con el esclavo, , la Escritura preveía esto:
"Pero si el siervo insiste, diciendo: ``Amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos; no saldré libre, entonces su amo lo traerá a Dios, y lo traerá a la puerta o al quicial. Y su amo le horadará la oreja con una lezna, y él le servirá para siempre." Exodo 21:5-6
Al esclavo le perforaban la oreja como símbolo de su sujeción voluntaria. Era identificado como propiedad de su amo, y que renunciaba a su libertad, a sus derechos, para quedarse con este amo bueno.
¿Y yo? ¿Y tú?
Bueno, Perfecto, Amoroso, Omnipotente, Generoso y Misericordios amo tenemos, querida. En Cristo Jesús, tenemos el ejemplo de ese Siervo dócil que sirve a su Amo, para la gloria de Su Amo..
Si para detenerme a pensar en esto, era necesaria mi pena e incomodidad por no traer aretes, bendito olvido que me hace recordar que el Señor nos muestra su luz, en cosas tan simples como una oreja perforada por Su amor.
C

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