Publicaciones recientes

lunes, 4 de mayo de 2015

LO QUE SÍ PUEDO HACER.



Creo que ya te he contado que mis hijos ya no son niños pequeños, sino jóvenes adultos de 15, 17 y 20 años. Y cada día son más independientes, gracias a Dios.  Anoche los miraba mientras cenábamos y recordaban sus hazañas de infancia.  Y sabes,  verlos así,  sonriendo y relajados, tan grandes,  me hizo pensar en el tiempo en que nosotros como padres tomábamos todas las  decisiones para su vida, y cuán rápido ha llegado el momento en que ellos,  han comenzado a hacerlo.
No creo ser una mamá aprensiva, preocupada en exceso por la vida de mis hijos. Pero anoche al verlos,  de repente mi cabeza comenzó a llenarse de incertidumbre y creo que hasta miedo. ¿Tendrán a Cristo como el centro y brújula de su vida? ¿Cómo será su futuro? ¿Quiénes serán sus esposos, esposas? ¿Serán  buenos padres? ¿Ejercerán su fe? ¿Habremos hecho un buen trabajo su padre y yo?
Te escribí líneas arriba que no creo ser preocupona, pero  las preguntas me delatan. Y creo que como mamás, siempre hay una inclinación a proteger a nuestros hijos de todo lo que pudiera dañarlos, hacerles mal.  Y hay un tiempo y momento para hacerlo, y otro para dejarlos avanzar por sí mismos.  Y hoy sabemos que el Señor Jesucristo es el único, el Camino, la Verdad y la Vida, y que separados de Él, nada hay que podamos hacer, y no hoy no podemos imaginar vivir de una manera que no contemple a Dios. Pero no sé si este sea el deseo de mis hijos. Y eso sí me angustia. Temo que no tengan una relación verdadera con Cristo, y la eternidad entera para vivir apartados de la presencia de Dios.
Tal vez en tu casa tienes la bendición  de Dios tienes  la oportunidad de educar a tus peques en este deseo de buscar y agradar al Señor. Pero para las que andan como yo, inquietas por los hijos que parecen no interesarse en Dios, les regalo este versículo que una querida y compasiva amiga me regaló cuando me oyó suspirar al ver a unas adolescentes bautizándose.

“He aquí, yo soy el SEÑOR, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para mí? “
Jeremías 32:27

Nada. No hay nada imposible para quien estableció el tiempo,  los planetas y ordenó  y detalló todo lo que existe en la naturaleza. Y dice este verso que es el, Dios, el Señor, el Dueño de toda carne.  Él es el Dueño de mis hijos.  Le pertenecen y a mí y a su padre, nos los prestaron como herencia

“He aquí, herencia de Jehová son los hijos;
Cosa de estima el fruto del vientre. “Salmo 127:3


Así como Dios es mi Padre Celestial, mi  fuente de amor y sabiduría, También así lo es para mis hijos. No porque a mí se me antoje como una idea consoladora ante la loca vida actual, sino porque a través de Cristo, el Padre me adoptó.  A Su tiempo. A Su manera. Cuando Él quiso. Y lo hizo de tal manera que promete que la familia de quien cree en el Señor Jesús será salva. (Hechos 16:31)
Yo no puedo hacer nada más que orar. Orar. Constantemente, sin desesperanza. Por ellos, por Ignacio, Claudia y Rubén que fueron puestos en mi vientre por la mano generosa del Creador. Que el Señor los traiga a Él con lazos de amor, con esa dulce esperanza de que una vida en Cristo sea una vida completa. Con la Verdad de Jesús acompañándoles en cada turbulencia que llegue a sus vidas. Con agradecimiento porque sé que mi Dios, es soberano y a Su tiempo, hará lo que muchos consideran imposible.

No puedo dirigir sus vidas. Obligarlos a creer. A tener fe. 

Pero hay algo que sí podemos y debemos hacer. Oremos por nuestros hijos, querida amiga. Y si no los tienes, seguramente hay cerca algún sobrinito necesitado de tu oración. Que el dulce nombre de Jesús sea la respuesta a su vida. Y oremos también por nosotras las mamás. Que el Espíritu Santo nos guie día con día para ser una mujer que vive, intensamente, la Palabra de su Padre. Que nuestra manera de vivir, de tratar a los hijos, de amarlos, respetarlos y guiarlos, sea siempre  una invitación a buscar de Dios.


C

3 comentarios:

  1. felicidades, que gusto leerte y recordar la bendición que tenemos de interceder por ellos.

    ResponderEliminar
  2. Genial Clau! Que bendición !! Un abrazo ! Muy sabía :)

    ResponderEliminar