Hoy temprano recordé un poema , Yo soy mi casa, de Pita Amor, y que por algún tiempo, fue mi bandera existencial : "Totalidad que debiera yo, en mí misma, realizar, a fuerza de eliminar tanta pasión lastimera; de modo que se extinguiera mi creciente vanidad y de este modo pudiera dar a mi alma saciedad." Y así como este, me sabia otros poemas, que me encantaba decir, pensar cuando andaba en pleno harakiri mental. Angustia total, vacío, incertidumbre es lo que hablaban estos textos, y era un torcido deleite leerlos, llorar, y quedarme pensando todo el día en eso. Y son recuerdos, de tiempos oscuros, peligrosos, sin Dios. Pero con el recuerdo de esos textos , también, y eso es lo más importante, vino la total y fidedigna palabra de mi DIos, que dice:
" Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,
Y es hermosa la heredad que me ha tocado." Salmo 16:6
Y es hermosa la heredad que me ha tocado." Salmo 16:6
La liberación de Dios es hermosa. Toda atadura es deshecha, toda cuerda es quitada, toda venda cae. Es imposible de imaginar la abundancia de la misericordia de Dios, cuando estamos en la cautividad de nuestra mente. Cuando estamos sin Cristo, sin entendimiento de Su gracia, y sin conocer qué es lo que El - libremente y por amor- ha hecho por el mundo.
Sin Jesús, estábamos atadas a una vida que dependía de tantos factores, de tantas personas, para estar "en paz" o medianamente estables. Básicamente, muertas espirituales.
Sin Jesús, estábamos atadas a una vida que dependía de tantos factores, de tantas personas, para estar "en paz" o medianamente estables. Básicamente, muertas espirituales.
Sin Jesús, construimos nuestras propias prisiones (de falta de perdón, de orgullo y soberbia) , nuestras propias tumbas ( falta de misericordia, ausencia de Dios) quizá hasta voluntariamente nos pusimos las cadenas, las cuerdas, que nos mantendrían atadas a nuestro yo, nuestros deseos, nuestras quejas. Erámos yo, yo y yo. Ah, y mis circunstancias...
Pero como Lázaro, Cristo nos ha llamado, Su palabra ha dado vida a lo que estaba muerto, y nuestros trapos sucios y malolientes han sido cambiados por el vestido de Su gracia, incomprensible, extravagante, y gracias a Dios, que supera cualquier medida que pudiéramos imaginar.
"Entonces Jesús gritó: «¡Lázaro, sal de ahí!». Y el muerto salió de la tumba con las manos y los pies envueltos con vendas de entierro y la cabeza enrollada en un lienzo. Jesús les dijo: «¡Quítenle las vendas y déjenlo ir!». Juan 11:43-44 NTV
Cristo dice: Déjenlo ir.
Hemos sido liberadas, limpiadas, revividas, sanadas por el Salvador que murió en la cruz , en sustitución tuya y mía. El pide arrepentimiento y dejar atrás la vida pasada. Pero no obliga a nadie. El pide, no exige. El advierte, en amor, que SU padre es Justo, Santo y que es Fiel a Sus atributos.
Pero porque El nos amó primero, es que nuestro corazón puede responder en agradecimiento a El. Porque El pone en nosotros Su Espíritu Santo, es que aprendemos a seguirle, no en obligación, sino en agradecimiento, en deleite, en gozo. En total y pura adoración. Sin importar lo que pase, a Su lado, hay vida. En Su palabra, total verdad:
"Me mostrarás la senda de la vida;
En tu presencia hay plenitud de gozo;
Delicias a tu diestra para siempre." Salmo 16:11
En tu presencia hay plenitud de gozo;
Delicias a tu diestra para siempre." Salmo 16:11
Querida, que en la Palabra de Dios habitemos, Que sea esta nuestra casa, nuestra morada, nuestra habitación. EL es mi casa. La sombra del Altísimo nos cubre, ¿quién contra tí?
Bendiciones, hermana.

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