¿Has estado tan feliz que tu corazón palpita rapidísimo?¿O tan enojada que sientes que ardes del coraje? ¿O tan triste, tan miserable que no hay manera de levantarse porque tu cuerpo pesa, tu alma pesa? ¿O el miedo te ha paralizado el aliento? ¿O simple y sencillamente, nada te importa, todo y todos te valen un cacahuate? Eso, según el diccionario, es emoción. Y lo definen así: "la emoción es la variación profunda pero efímera del ánimo, la cual puede ser agradable o penosa y presentarse junto a cierta conmoción somática".
Intensamente, es el nombre de esta peli que vi hace unos días con mi hija de 17 años. Y la verdad es que iba un tanto intrigada y un poco resignada pero la película es interesante, divertida y me dejo pensando.
Los personajes son los que enumera la foto que uso para este texto, que es el cartel publicitario de Disney Pixar, autora de ese material. Furia, Temor, Desagrado, Tristeza, Alegría, son los cinco personajes que representan las emociones de una pequeña adolescente llamada Riley y lo que los espectadores vemos, es cómo sus emociones dirigen, gobiernan y hacen un caos su vida. Y justamente esa es la parte que quiero destacar para este comentario, porque esta no es una pagina de crítica cinematográfica, sino una manera de buscar a Dios en lo que sucede en nuestra vida diaria.
Como creación de Dios, El nos proveyó de todas estas emociones; no están ahí por casualidad y tampoco las emociones son malas, sino que cumplen la función necesaria para relacionarnos con otros y con nosotros mismos. Aisí que toda criatura de Dios tiene emociones . Pero la hija de Dios, como tú y yo y otras más , tenemos esas mismas emociones, pero no podemos VIVIR en emoción.
Y hay un enorme diferencia en eso. Cuando vives en emoción, nada es seguro. Eres como dice Santiago 1:8:
Como creación de Dios, El nos proveyó de todas estas emociones; no están ahí por casualidad y tampoco las emociones son malas, sino que cumplen la función necesaria para relacionarnos con otros y con nosotros mismos. Aisí que toda criatura de Dios tiene emociones . Pero la hija de Dios, como tú y yo y otras más , tenemos esas mismas emociones, pero no podemos VIVIR en emoción.
Y hay un enorme diferencia en eso. Cuando vives en emoción, nada es seguro. Eres como dice Santiago 1:8:
"El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos."
Sin Dios, nada es eterno.Dependemos de circuntancias o personas. Nada es confiable. Sin Dios, ni siquiera la alegría es un estado permanente, porque no es el gozo de sabernos amadas y salvadas por EL.
Sin recordar que Cristo ha anulado el acta que estaba en nuestra contra - con todos y cada uno de los pecados enumerados- es muy posible que vivir en emoción sea nuestra constante. Pasar de la ira a tristeza, de ahí a furia y de furia a alegria y parar en temor... Una verdadera montaña rusa que obviamente, habla de todo, menos de una mujer cristiana que ama al Señor con toda su mente.
Santiago 4:8: "Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones. "
Por eso es necesario buscar siempre al Señor, recordar que en todo momento y en toda situación, todo debe ser filtrado a través de PENSAR cómo es que DIos quiere que reaccione. Cómo reaccionó Jesús , que todo sentimiento experimentó, pero nunca pecó. Y por eso nos fue dado el dominio propio, la contención:
"Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de DOMINIO PROPIO" 2 Tim 1:7.
Sí, a mi también me parece una palabra muy lejana a veces. Dominio propio.. pero se hace lejana y dificil cuando la quiero ejercer en mis capacidades y en mi fuerza de voluntad. Ahí y así me canso, me quejo y desisto. Me rindo a mis emociones.. Pero bendito y alabado sea Cristo Jesús, porque , siempre El es nuestra salida:
"derribando todo argumento y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo TODO pensamiento a la obediencia a Cristo, " 2 Cor 10:5
"derribando todo argumento y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo TODO pensamiento a la obediencia a Cristo, " 2 Cor 10:5
Yo no puedo, pero El sí. Así que hago un gran paquete con mis emociones perturbadoras, con mis miedos, anehlos, frustraciones y temores, y lo pongo a los pies de mi Jesús. El sabe como cambiarlos y cómo sujetarlos en mí. A su precioso nombre clamo cuando veo mi vida respondiendo de maneras totalmente emotivas y muy poco razonadas desde la fe en Jesús.
Queridísima, descansemos en eso. Y como alguna vez ya dije, la película es el pretexto, pero Dios es siempre el motivo.
Bendiciones!
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