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viernes, 1 de mayo de 2015

SIN APARIENCIAS







Bonitos y gorditos. Y sonrientes. Eso decía el jefe de esta banda de pingüinos, a sus subordinados vestidos de etiqueta en la película animada, Madagascar. . La idea era que nadie sospechara que detrás de esos inocentes bonitos y gorditos animalitos, había un tremendo plan que no convenía ser descubierto y todas las peripecias que pasaban con tal de lograrlo.
Anoche por alguna razón vi un fragmento de esta peli, y me quedé pensando en si nuestra vida es así, enmascarada. Con doble intención. De doble ánimo. Hipócrita, pues.
Quizá cuando tienes " público" actúas de una manera muy diferente a la que lo haces cuando estás en tu círculo familiar o tal vez, no estás siendo sincera con respecto a alguna situación.
La definición de hipócrita, según el mundo es: "persona que aparenta tener sentimientos o cualidades que no posee"
¿Y qué tiene que decir la palabra de Dios al respecto?
Uy! Ahí va:
“Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa." Mateo 6:2
“Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa." Mateo 6:5
“Respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito:
Este pueblo de labios me honra,
Mas su corazón está lejos de mí. " Marcos 7:6
Lucas 11:44: ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben.
Mentira, Soberbia. Necesidad de aprobación. Mostrar una cara al mundo - quizá de una muy buena esposa, hija o madre cristiana- y estar llena de rencor, reclamos, odio. Ser una incongruencia andando. Una mujer de doble ánimo, de una cuidada apariencia de piedad, quizá admirada y respetada, pero con el interior tan descompuesto como nos dice Tito 3:5
“que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita."
Nuestro corazón es perverso, dice la Escritura. Siempre tendemos a hacer lo malo, pero, gracias a Dios que por medio de Jesús nos ha dado la libertad, la posibilidad al trono de gracia para clamar por ayuda, si es que estamos viviendo una situación así.
¿Aparentamos algo que no somos? Tal vez no tengamos problemas en engañar a muchos, sino que a todas las personas que nos rodean. Pero no olvidemos, querida lectora, amiga y hermana, que de Dios nadie se burla.
Al Creador que nos hizo, que vio nuestro embrión desde el vientre de nuestra madre. Es imposible engañar.
Conoce el principio y el fin de todas las cosas, y si sabe esto ¿crees acaso que no conoce lo que maquinan los corazones? ¿Tus palabras duras a hijos? a tu esposo? ¿Tus interminables quejas?
Querida, si eres hija de Dios, estas llamada a ser imitadora de Cristo quien fue la manifestación física de Dios aquí en la tierra.
Y el Señor Jesús fue auténtico, transparente, de un mismo ánimo con Su padre. Buscaba hacer Su voluntad. Agradar a Su padre... Sólo a él. Sin necesidad de impresionar a nadie, sino siendo verdadero, auténtico aunque esto le costara la muerte.
¿Cómo estamos hoy? ¿Estás escenificando una linda y vacía vida cristiana? ¿Estamos ofendiendo a Dios aparentando ser quien en realidad no eres? Estamos a tiempo, querida. Dice Isaías 44:21-22
"Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel, porque mi siervo eres. Yo te formé, siervo mío eres tú; Israel, no me olvides.
Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí."
Volvamos nuestra vida al Señor. Que sea Su gracia quitando toda falsa apariencia de nuestra vida, derribando nuestros planes y edificando en ti y en mí, la Verdad que nos hace libres. (Jn 8:31)

Bendiciones, querida, Y feliz y valiente inicio de semana! El Señor nos ayude.

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