POR LOS QUE FALTAN.

 Escribir desde la fe, cuando el mundo se revuelve en injusticia y dolor, algunos lo llamarían iluso, inútil, vano, cobarde tal vez. No hay respuestas, y sí, mucho reclamo a Dios, mucho dolor acumulado, mucho rencor buscando salida.
Mañana sábado 26 de Septiembre se cumple un primer y tristísimo aniversario de la desaparición de 43 muchachos mexicanos, estudiantes de una escuela que prepara profesores para el emprobrecido medio rural mexicano.
Mañana 43 familias recordarán lo que nadie merece: la incertidumbre dolorosa de no saber qué fue de sus hijos. Algunos acusan a los muchachos de QQe quizá se ganaron su desaparición, su casi por segura muerte, por revoltosos, por buscar donde no debían.
Yo sólo sé que eran, son muchachos. Jóvenes con sueños, con problemas seguro, pero con una vida para echar por delante. Y pienso en ellos, que quizá ya hoy no estén sufriendo... Pero pienso en sus padres. Pienso en sus mamás. Pienso en Rizpa.
Creo que ya te he hablado otras veces de ella.. pero hoy viene de nuevo su historia a mi mente.

Podemos conocerla si la encontramos en 2 Samuel 2 .. Rizpa no tuvo una vida fácil, pues fue concubina de Saúl, el primer rey de Israel y quien paso por alto un pacto que Dios habia tenido con los gabaonitas. Cuando Saúl muere, y David asciende al trono, su manera - que no la de Dios. de solucionar este problema, fue "compensar" a los gabaonitas asesinados, con 7 descendientes de Saúl que serían muertos.
Dos hijos de Rizpa son tomados injustamente dentro de esta extraña compensación,y una vez muertos, sus cuerpos cuelgan a la intemperie.

"Y Rizpa, hija de Aja, tomó tela de cilicio y lo tendió para sí sobre la roca, desde el comienzo de la cosecha hasta que llovió del cielo sobre ellos; y no permitió que las aves del cielo se posaran sobre ellos de día ni las fieras del campo de noche. Cuando le fue contado a David lo que Rizpa, hija de Aja, concubina de Saúl, había hecho...

¿Qué hace esa mujer? ¿Por qué pienso en ella cuando veo casi 3000 años atrás, a madres buscando justicia para sus hijos? Esa mujer hebrea y las mamás de los chicos de Ayotzinapa son mujeres valientes. Mujeres que han cargado su dolor consigo mismas, y han perseverado en buscar justicia para sus hijos.

Rizpa se pasó meses junto a los cuerpos de sus hijos, espantando animales de rapiña, insectos, tratando de preservar la poca dignidad de sus cuerpos muertos. Las mamás y los papás de Ayotzinapa, han pasado meses lidiando con animales políticos de calculada crueldad, de extremada astucia.. y sin poder ver los cuerpos de sus chicos, de sus niños.

Me entristece. Me duele. Veo a mis hijos y los abrazo como si no hubiera mañana, y pienso en cada una de esas madres que no pueden hacer lo que para mí, hoy es común. Abrazarlos, regañarlos, orar por él, escuchar sus sueños y temores.. corregirlos, muy a su pesar.

Pero la palabra de Dios me anima en tardes como hoy, donde hay cierta amargura en el corazón. Cierta pregunta a mi Padre ... ¿qué se hace con esto Señor?

Mi fe me llama a recordar que Dios es Soberano... aunque yo no lo entienda. MI fe en un Jesús manso y humilde , me llama a permanecer así, mansa y humilde... pero a pensar también en las palabras de Cristo cuando protege a desvalidos, cuando llama bienaventurados a los que lloran, a los que son perseguidos.

Rizpa y sus hijos fueron perseguidos, Injustamente. Pero Dios es fiel. Usó a David para dar una justicia, tardía, pero que reconocía el honor de los muchachos ahorcados, los rescata de la ignominia de la muerte pública, y los lleva a ser sepultados junto con dignidad de reyes..

No sé si alguno de estos muchachos que hoy hacen falta en sus casas y escuela,era creyente. No importa porque sé que tenemos Dios que es toda misericordia.
Y que El , en su precioso Hijo Jesús, hace uso abundante de esa misericordia.. Sé que Dios Justo tenemos, y esa justicia alcanza a todos, a desaparecidos, y también a los que atentaron contra ellos. Que el temor de Dios llene la vida de las autoridades mexicanas, para hacer lo imposible, por regresar a estas familias, aunque sea en urnas de cenizas, a sus amados, lejanos hijos.
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