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martes, 21 de abril de 2015

Una mirada de fe.


Dije: Tú no sabes lo que Dios puede hacer con tu hijo. Y ella me contestó rápidamente, con seguridad y una mirada que no habia visto antes: Sí sé. Se lo he pedido.
Plop, plop y recontra plop!
En dos minutos recibí una leccion particular, express e intensa de lo que es ser una madre que ora, una mujer confiada en el Señor y que vive en la certeza de que es Dios quien ordena los caminos de su familia.
Y no sé si fue el cansancio del día, el calor acumulado, o simplemente Dios poniéndome en mi lugar el caso es que alguna lagrimilla brotó por ahí y me mostró que en algún punto, de una manera sutil, he descuidado la oración por mis hijitos tres, no he sido tan intencional como debería al presentar su vida al Creador.
Llegué al Señor cuando mis hijos estaban por entrar o ya andaban en la adolescencia , y los educamos en una fe diferente a la que hoy vivimos mi esposo y anhelamos para ellos. Y no ha sido sencillo que se acerquen. Aunque han recibido a Jesús , digamos que no ejercen lo que dijeron. Invitaciones, sugerencias, amenazas (sí, debo confesarlo) hemos intentado y es un poco frustrante el asunto. Y quizá de ahí la inacción, el dejar de orar, el doble ánimo.
Pero dice la palabra de Dios,
"Que el hombre de doble ánimo, es inconstante en todos su caminos( Stgo 1:8)
" Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. " Santiago 1:6
¿Has dejado de orar por algún asunto en tu vida, donde no has visto nada? ¿Has orado sin fe? ¿Tu vida es ejemplo que contagia e invita a otros a vivir para Jesús? ¿Qué haces con esas oraciones no contestadas?
No me malinterpetes. Dios es soberano para hacer las cosas en el tiempo que es mejor. No hay más sabio que El, y por eso lo que hace, es en tiempo bueno, en tiempo agradable y en tiempo perfecto.
Pero dice en Su palabra que clamemos a El. Que nos deleitemos en lo que ya ha hecho, en Su hijo Jesús, y dejemos de buscar nuestra propia alegria, nuestro propio deseo, nuestra propia ilusión.
Para mí, el recordar hoy la breve plática con esta querida amiga, me recuerda que Dios es fiel para cumplir sus promesas. y que hay que agradecer y gozarnos en lo que El hace.
También sé que la vida espiritual de mis hijos está en sus manos. Anhelo que ellos conozcan verdaderamente al Dios de misericordia, y así ahorrarse muchísimo sufrimiento y dolor, pero sé que el Señor Jesús los traerá a El , con lazos de amor. Cuando El decida ,Sé que debo animar a mis hijos a tener una relación personal con Jesús, pero nunca chantajearlos. Dios no necesita que lo defiendan. El es Suficiente. Sé que mi vida , también debe de ser para honrarle.
" Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que haciendo lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios, te vaya bien a ti y a tus HIJOS después de ti para siempre. " Deut 11:9,
Entonces, oro. Entrego. Espero. En el nombre precioso de Jesús.
Bendiciones, queridisima. Dios nos ayude.

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